Ala de Mosca es el nombre de la letra más pequeña que se logró producir en tiempos de la fundición de tipos en plomo; su tamaño equivale a tres puntos en el sistema de medición actual. Tal proeza técnica fue obra del grabador español-mexicano Jerónimo Gil, quien hacia 1776 se jactaba de que el suyo —un alarde de precisión y de refinamiento— era el tipo más pequeño del mundo; representaba el “estado del arte” de la tipografía de su tiempo.
La hemos tomado por insignia, pues creemos que refleja bien el espíritu que nos anima al hacer las ediciones que preparamos en nuestro taller: la deferencia a la tradición tipográfica y el respeto a los viejos maestros conjugados con el entusiasmo por las posibilidades que ofrece la tecnología de punta contemporánea.